Comenzamos en tierras aragonesas este nuevo capítulo de mis aventuras como Disfrutadora. El Camping Lago Resort se encuentra en Nuévalos (Zaragoza) y a orillas del pantano de La Tranquera y aunque está situado entre pueblos realmente preciosos, su principal atractivo es la corta distancia que le separa del Monasterio de Piedra, visita obligada y uno de los principales atractivos turísticos de Aragón.
Pero comencemos por el principio:
Durante mi estancia en Lago Resort me alojé en uno de sus «Apartamentos Alhama». Son unos apartamentos adosados amplios y bien equipados. El mío era un apartamento para dos personas con salón-cocina, un baño y una habitación muy amplia de matrimonio con un armario bien grandecito. Además tenía una estufa eléctrica que me hizo pasar las noches que ya refrescaban bien agusto.
Como era de esperar, dediqué mi tiempo a pasear y disfrutar del entorno así que nada más llegar y casi sin haber digerido la comida fui a visitar La Gruta de las Maravillas de Ibdes.
Se trata de una formación rocosa formada por sedimentos dejados por el Río Mesa. La parte visible y accesible al público consta de dos galerías, una de unos 15 metros de longitud y la otra de unos 46.
La visita a la gruta es gratuita pero por 5 euros todos los sábados ofrecen una visita guiada por dicha gruta, otra más pequeña y cercana a ésta, una cascada bastante sorprendente que hay en las inmediaciones y finalizan con una visita a la bodega de vinos «Esteban Castejón» con degustación incluida. Solamente por degustar dichos vinos merecía la pena el paquete.
Después de hacer «cosas de disfrutadora» como lavar ropa y tenderla y reorganizar mochilas llegó el segundo e intenso día. Visité el famoso Monasterio de Piedra y quedé gratamente sorprendida.
El Monasterio de Piedra es el secreto mejor guardado de Zaragoza o al menos para mí que quedé impresionada ante tal manantial. Lo que más me impactó al conocer el monumento, no fue precisamente su monasterio, sino sus jardines. Un oasis lleno de cascadas, cuevas y sendas que te hacen sentir en el paraíso. Así, sus casi 3 horas de recorrido se conviertan en un pequeño paseo.
Este paraje natural bien merece un post único, mientras tanto os mostraré algunas de las fotos del lugar, que espero hagan justicia a tan espectacular sitio.
PATIO DEL MONASTERIO
Lo primero que encontré al comenzar a caminar por sus jardines es que a la entrada había una exhibición de vuelo de aves rapaces. Estuvo bastante curioso contemplar halcones, buitres, búhos y águilas entre otros y sentir como revoloteaban entre los que allí observábamos expectantes.
JARDINES
CASCADA LA CAPRICHOSA
GRUTA Y CASCADA COLA DE CABALLO
Visitar el monasterio fue un auténtico regalo. Un placer para los sentidos pasear por este remanso de paz en el que una tarde cualquiera de un domingo de septiembre se puede tener la suerte de poder disfrutarlo prácticamente en soledad. Y dejarse envolver por su magia. Un pulmón de aire fresco en un ecosistema de extraordinaria belleza.
Aragón, sin duda, un gran descubrimiento…