Viajar en una furgoneta camperizada es sinónimo de sumergirse en una experiencia de libertad, aventura y conexión con la naturaleza. Conseguirlo no siempre es fácil (ni barato). El mundo de la camperización no tiene límites y la planificación es un aspecto esencial para conseguir el resultado que esperamos. ¿Quieres conocer el proceso? ¡Sigue leyendo!
Lo primero que debemos hacer es planificar de forma meticulosa el espacio que vamos a camperizar. Tenemos que tener en cuenta nuestras necesidades para cada espacio y adecuarlas al espacio que necesitaremos para dormir, cocinar y comer, almacenar y vivir.
Antes de iniciar el proceso, también tenemos que tener en cuenta los materiales y sus características. El peso, la durabilidad, la resistencia al agua o la facilidad de instalación son algunos de los atributos que tenemos que valorar antes de adquirirlos. Además, maximizar el espacio es fundamental para que consigamos el mayor espacio posible.
También tenemos que planificar la electricidad, la plomería y los sistemas de agua. Paneles solares para tener energía renovable o tanques de agua potable, bombas de agua y sistemas de drenaje son algunos de los elementos que tenemos que tener en cuenta para favorecer la comodidad y el ahorro una vez camperizada.
Una ventilación adecuada es esencial para mantener un ambiente cómodo y saludable dentro de la furgoneta. Es necesario tener en consideración la instalación de ventanas, ventiladores de techo o respiraderos que garanticen una buena circulación del aire. Lo mismo ocurre con el aislamiento, cuyo sistema permitirá controlar el frío en invierno y las concentración de calor en los meses veraniegos.
Pero lo más importante es personalizarla y hacerla a nuestro gusto. Colores, textiles y elementos de decoración te ayudarán a conseguir toques que reflejen tu estilo y personalidad. Pero eso sí, asegúrate de cumplir con la legalidad vigente. Es necesario conocer las regulaciones vigentes antes de camperizar la furgoneta para prever posibles problemas adversos.